En este tipo de sistemas, los lodos de depuradoras se van dosificando a los humedales y gracias a las plantas, se deshidratan de forma natural, obteniendo rendimientos muy similares a otros sistemas convencionales como centrífugas, filtros-prensa o filtros-banda. Se acumula lodo durante 8-10 años, ahorrando los costes energéticos y de transporte durante todo ese tiempo. El producto final es un lodo deshidratado y estabilizado, con lo que deja de ser un residuo peligroso y puede utilizarse perfectamente como enmienda orgánica.
La inversión en estos humedales de tratamiento de lodos se amortiza a los 4 años, en comparación con sistemas de deshidratación convencionales.
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