Los humedales construidos irán combinados con un pretratamiento basado en digestores anaerobios hidrolíticos (HUSB) para degradar los compuestos difícilmente biodegradables en otros más sencillos y retener la materia en suspensión que lleva el agua residual. De esta forma se reducirá la colmatación o atasco que pueda sufrir el humedal en el futuro, alargando su vida útil y facilitando el tratamiento posterior en los humedales.
Los digestores no consumen energía, con la excepción del bombeo si fuera necesario, y según las condiciones de operación permiten minimizar la generación de lodos hasta valores nulos. Opcionalmente, los lodos pueden ser tratados in situ por compostaje.